martes, 12 de enero de 2016

Capitalismo salvaje y neofolclore político


¿Aumentará el creciente tsunami capitalista que sufrimos la "creatividad" del llamado neoliberalismo y los inventos folclóricos de la "nueva izquierda" para seguir convenciendo a las masas del imposible de que otro capitalismo, de rostro humano, es posible, de que "sí se puede" reformar lo irreformable?

Manuela Carmena, el padre Ángel, presidente de la reaccionaria ONG Mensajeros por la Paz, y el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, sentando a los pobres a su mesa.

Tras las experiencias de las reales cabalgatas navideñas, con su provocador megamix de géneros y fashion looks que tan arduos debates de altísimo nivel político han provocado en las tontulias televisivas y en las redes sociales, —paradigmas y madres, al parecer, de toda la lucha de clases del siglo XXI—, ahora tocará Carnaval, con sus variopintos y multicolores desfiles que se auguran rompedores del sistema establecido.

'Kichi' y su equipo luciendo sus flamantes medallas de Hermanos de la Cofradía del Nazareno de Cádiz

Lamentablemente parece que todo vale para travestir y ocultar la realidad del criminal sistema capitalista que exprime sin cesar a la humanidad trabajadora en su conjunto, y que tampoco tiene miramiento alguno en llevarse por delante nuestro hogar, el planeta Tierra. Tal es la delirante naturaleza del capitalismo y la lógica de su existencia: mantener e incluso aumentar a toda costa los beneficios económicos (tasa de ganancia) y el poder de su clase dominante.