Que no nos engañen. Los únicos valores que le importan a la burguesía son los de sus negocios, tierras, industrias, inversiones, transacciones, dividendos, intereses, acciones y cotizaciones en bolsa. Los únicos valores que conmueven a la clase parasitaria de nuestro tiempo son los valores de sus propiedades, amasadas a base de rapiña y saqueo ilimitado, o compradas con la ingente cantidad de plusvalía arrancada a la clases trabajadoras mundiales desde que la madre que lo parió, la naciente burguesía, engendró el capitalismo.
Las buenas relaciones capitalistas internacionales de las burguesías y sus representantes políticos, "demócratas de toda la vida", se mantienen en secreto o se visten de diplomacia, demostrando una vez más la indiscutible naturaleza de clase del estado burgués. Así, ante la "opinión pública", la que opina lo que le dictan la clases dominantes, se mantiene la apariencia de que se "lucha más efectivamente" contra el terrorismo jihadista armando a estos hasta los dientes y condenando después "muy enérgicamente" sus atentados, siempre que sean en suelo occidental, ante cámaras y micrófonos, y echando la lagrimita en duelos y actos de exaltación de "nuestros" valores. Así, entre otros, también el rey, que como buen capitalista vive a todo trapo a costa de la clase obrera y los dividendos de sus viajes diplomáticos, como la vicepresidenta del gobierno de Rajoy, que controla el secretismo de las ventas de armas a la monarquía saudí, podrán encarnar, sin sonrojarse, el duelo por las víctimas del último atentado perpetrado en España por el terrorismo jihadista, organizado, financiado y armado, entre otros, por la susodicha monarquía saudí.